Silencio, meditación y espera son las acciones a tomar este Sábado Santo

Foto: Grupo de Apoyo de Religiosidad Popular y Evangelización PMM

El Sábado Santo es el tiempo de silencio, luto y meditación porque Jesús ha muerto, pero que al día siguiente vencerá a la muerte, por eso no debemos de desesperarnos ante las dificultades que enfrentamos en la actualidad como humanidad.

«No hay que separarlo de varios elementos que le dan sentido en la vida cristiana ya que no nos debemos de quedar en el silencio o la muerte, sino todo el conjunto o lo que llamamos el triduo pascual, el cual inicia con el Jueves Santo en la Última Cena instituyendo el sacerdocio y la fraternidad, pero antes de este momento Jesús le dice a sus discípulos que ya es la hora de regresar al Padre y nos deja preparados de que tiene que pasar por una pasión y muerte para llegar a la Resurrección», dice el sacerdote Andrés Cholotio.

Mencionó que para entender el Sábado Santo, debemos tener claro que este día forma parte del misterio pascual, «a nivel teológico cristiano, es un solo acontecimiento, la persona de Jesús, lo cual encierra tres realidades: Pasión, Muerte y Resurrección. El viernes celebramos prácticamente la pasión y los textos sagrados dicen que murió ese día a las tres de la tarde», dijo.

El sacerdote explicó que muchas personas no entienden que Jesús es Dios y que la misma naturaleza participa en la muerte, pues según las escrituras, cuando Cristo muere empiezan unos fenómenos, el cielo se oscurece, se observan tinieblas y relámpagos, como diciendo que muere Cristo desde el silencio y oscuridad.

«Los apóstoles consideraban a Jesús como el Mesías y Rey, pero a su modo, por eso Él insistía en aparecer y que resucitaría al tercer día», dijo y agregó que los seguidores de Jesús vinieron un caos ya que parecía que todo estaba perdido y la vida se había acabado ya que su líder ya no estaba con ellos.

En aquella época, al igual que lo que vivimos por la pandemia provocada por el COVID-19, se esperaban resultados diferentes y ambas situaciones son difíciles de entender o aceptar porque existe un vacío, una nueva forma de vida y un miedo. Sin embargo, no debemos dejarnos dominar por el fracaso y la frustración, tampoco perder el sentido de la vida.