“NUNCA NOS ARREPINTAMOS DE VER AL CRIMEN A LOS OJOS”

Editorial

Esta semana despedimos el año 2021, que pasó con más penas que gloria para miles de guatemaltecos que vimos cómo la corrupción y la impunidad siguen reinando en este país, y es que el recuento de los daños para este año que acaba, son muchos y lamentables.

Un segundo año de Gobierno marcado por la corrupción de muchos y del propio presidente Alejandro Giammattei, que al verse acorralado buscó la manera para que su amiga la Fiscal General, Consuelo Porras, destituyera al jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), Juan Francisco Sandoval, con tal de eliminar de una vez y por todas una investigación en su contra, pero no contaba con que Sandoval antes de irse le informaría a la población cual era la forma de corrupta como se manejaba Giammattei.

La salida de Sandoval es lo que más se lamenta durante el 2021, porque es y seguirá siendo una de las personas más honestas e incorruptibles que ha tenido Guatemala, y que su compromiso por un país mejor, lo enfrentó al crimen organizado incrustado en los tres poderes del Estado. «Nunca nos arrepintamos de haber visto el crimen a los ojos», dijo Sandoval, en su última conferencia en la sede de la Procuraduría de los Derechos Humanos.

Y es que la estrategia para destruir los avances en contra la corrupción e impunidad, que se utilizó en contra de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), se esta usando también para destruir y acabar con la FECI, pues haberle quitado la cabeza como lo hicieron al destituir a Sandoval, se asemeja a aquel momento al que no dejaron ingresar al excomisionado de CICIG, Iván Velásquez, por instrucciones del exministro Enrique Degenhart, que ahora buscará un cargo público por medio del partido Unionista, que ojalá los guatemaltecos abran los ojos y no le den sus votos.

Los guatemaltecos ahora sabemos muchas cosas sobre la forma de operar de las estructuras criminales que tiene cooptado el Estado en su totalidad, y también conocemos las formas y la fuerza que como pueblo tenemos para no seguir permitiendo esto, es el momento de la unidad del pueblo para acabar con la corrupción y la impunidad.

Este es un momento propicio para que juntos avancemos por un sendero diferente y no sigamos expulsando a nuestros compatriotas hacia el norte en búsqueda de nuevas oportunidades, y es que para muchos el sacrificio de los migrantes solo se traduce en remesas para levantar la economía del país que se encuentra en ruinas por la corrupción.

Y es que las remesas familiares enviadas a Guatemala desde el exterior, especialmente EE.UU., sumaron alrededor de 14mil millones de dólares, un nuevo récord anual. La cifra sirve para sostener económicamente a aproximadamente cuatro de cada diez guatemaltecos.

Que este año 2022, el pueblo de Guatemala se levante y podamos construir un país con un futuro mejor para todos. Feliz año nuevo.