LA SEGURIDAD ALIMENTARIA EN RIESGO

Editorial

La Depresión Tropical Eta dejó a su paso una destrucción inmensa y dejará a miles de familias en el desamparo total. Las pérdidas en el agro aún no se contabilizan en su totalidad porque hay lugares a donde todavía no han accedido las autoridades para hacer el recuento de los daños.

Los estragos que hasta ahora se conocen son devastadores para el Agro guatemalteco, lo que pone en riesgo la seguridad alimentaria de miles de familias que no tendrán el sustento diario. Si antes carecían de alimentos este golpe que les propina la naturaleza los deja desamparados.

La Federación de Cooperativas de las Verapaces (Fedecovera), reporta 700 hectáreas dañadas de café, 840 de cardamomo; 5,950 de maíz y 2,100 de frijol. Con estos datos sabemos que tendremos meses sin productos y encarecidos pues para volver a producir se necesita tiempo y recursos, recursos que miles de familias no tienen pues lo perdieron todo.

Mientras que el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), por medio del Centro de Información Estratégica Agropecuaria, (informe hasta el viernes 13 noviembre) indicó que el recuento de daños por la tormenta tropical Eta ascendió a 83 mil 263 familias y un total de 53 mil 76 hectáreas de cultivos dañados en 96 municipios del territorio nacional.

A lo anterior se le agrega la crisis alimentaria de millones de guatemaltecos que ha provocado la pandemia del Coronavirus COVID-19 la cual ya era crítica. Ahora la ausencia de políticas de Gobierno para contrarrestar el hambre, han provocado que las cifras de desnutrición se disparen.

Según UNICEF en Guatemala el 49,8% de los niños sufre desnutrición crónica, es decir 1 de cada 2, siendo el primer lugar en América Latina y el sexto en el mundo en cuanto a desnutrición infantil.

Las principales causas de la mortalidad infantil son la neumonía y las enfermedades diarreicas agudas y el 54% de estas enfermedades se encuentran asociadas a algún grado de desnutrición.

Esta situación que pone en peligro la seguridad alimentaria de millones de guatemaltecos, es de suma importancia que lo conozcan los diputados al Congreso de la República y dejen de hacer piñata de los recursos del Estado.

Esos recursos deben dirigirse verdaderamente a la población afectada, se debe invertir en la niñez y no seguir lamentando la muerte de niños por desnutrición. Esos manjares que le compran al presidente Alejandro Giammattei o a la Junta Directiva del Congreso, deberían ser destinados para nuestra niñez para que tengan un mejor futuro, y no seguirle dando perlas a los cerdos.