LA REELECCIÓN ORIGINA CORRUPCIÓN

Oscar Rivas Sánchez

En atención a mis columnas anteriores, he recibido diversidad de comentarios; un estimado amigo resumió la mayoría diciendo que: “se hacen críticas y se señalan defectos, pero no se hacen propuestas”. Ante ese comentario, tomo el guante y trataré de formular una propuesta muy sencilla, muy difícil de llevar a la practica en las actuales condiciones, pero necesaria.

Como antecedente recuerdo que en tiempos pasados, con todos sus vicios, los partidos políticos se mantenían; soportaron el paso de varios años, aun cuando hubieran perdido las elecciones y el poder. El señor era del Partido Revolucionario, hasta la muerte; el vecino era liberacionista de igual manera y el compadre era de la democracia cristiana. Son ejemplos.

Pero ahora las cosas cambiaron, los partidos perdieron vigencia, carecen de un pensamiento que les guie, sus miembros son temporales y corruptamente interesados; se convirtieron en simples patentes para delinquir, y esos males ahora abarcan casi todos los ámbitos de la sociedad. ¿Por qué?

Desde mi punto de vista, el problema es que la Constitución de la República siendo bastante buena y estando pendiente de ser desarrollada adecuadamente, cometió el error de permitir la “reelección” de los funcionarios públicos; por eso, los “políticos” que más que eso son simples oportunistas, van de partido en partido, buscando su reelección para el cargo que ostentan. Antes no había transfuguismo, pero ahora, desde el momento de tomar posesión ya se comienza a buscar la reelección, y entonces aparece la venta al mejor postor; total, hay que mantener el hueso. Usted mira diputados que han sido postulados por cuatro o cinco partidos distintos, alcaldes que se convirtieron en irremplazables y corporaciones municipales en las mismas condiciones, y no se escapan rectores, decanos, dirigentes deportivos y muchos más. Sobra decir que de obra pública y desarrollo del país, nada. Estamos ante una fuente de corrupción y resulta urgente cerrar la puerta.

La sociedad no debe tolerar más ese vicio y por eso propongo abolir la reelección; es decir, que quien ocupe un cargo, no pueda ser reelecto para el periodo siguiente a aquel en el que hubiere ejercido el mismo, sino hasta un periodo después; esto con dos excepciones, aquellos casos en que la constitución es más drástica y en el de los jueces y magistrados. 

Pienso que agregando un inciso al artículo 136 de la constitución se resuelve el asunto y como antes de que me digan digo, para esto no es necesaria una Asamblea Constituyente, lo puede hacer el congreso con posterior ratificación de la población.

Otro día comentaré que este procedimiento, podría ser utilizado para de una vez, eliminar otras fuentes de corrupción, como el listado nacional, el número de diputados (que no debiera ser mayor de ochenta), la autorización para que los diputados puedan ocupar otros espacios públicos sin renunciar a su cargo y el tan deseado retiro del Parlamento Centroamericano, muela que solo sirve para mantener y proteger corruptos.