LA LEY POR IGUAL PARA TODOS

Editorial

El fin de semana ocurrieron dos actividades en plena pandemia que llamaron la atención de muchos, una de esas actividades ocurría en la zona 11 de capitalina, mientras que la otra en el zoológico La Aurora en la zona 13. En la primera la Policía Nacional Civil reportaba capturas por la violación a Ley Seca, de la segunda no se informó nada pese a que también se estaban violando las disposiciones gubernamentales.

En la zona 11 un grupo de personas se encontraba encerrado en un club nocturno donde ingerían bebidas alcohólicas en evidente violación a la Ley Seca, con agravante más, al ser revisados por las autoridades a un hombre que estaba en el lugar se le encontró un documento del IGSS, el cual declaraba que el individuo era positivo a COVID-19, es decir que celebraba por ser positivo de una enfermedad que está matando a miles de seres queridos.

En ese lugar se aplicó la Ley como debe de ser pues estaban ingiriendo alcohol después de la hora establecida pero además había una persona que a sabiendas que estaba enfermo de COVID-19 propagaba la enfermedad entre quienes estaban ahí sin que supieran ese extremo.

Pero en la zona 13 se celebraba una boda sin que los asistentes cumplieran con las medidas de bioseguridad establecidas por las autoridades de Salud para evitar la propagación del COVID-19. Los asistentes no usaban mascarillas y tampoco existía distanciamiento social pero aquí brilló por su ausencia la Policía ya que no se coordinó ni una sola captura, ¿Por qué no se aplicó la Ley por igual, si en los dos lugares se estaban violando las disposiciones de Salud?

La diferencia de la aplicación de la Ley en estos dos eventos es que en zona 11 no había asistentes con alguna influencia política, mientras en la zona 13 la boda se trataba del amigo del hijo del propio presidente Alejandro Giammattei. Entonces el trato no sería el mismo pues se trata de personas con un tipo de influencia política que no serían capturadas por la violación de esas disposiciones.

Y es que en Guatemala siempre se ha dicho que “para mis amigos todo, para mis enemigos la Ley” y así se ha visto siempre desde que se iniciaron las restricciones por la pandemia, que muchos de los capturados son personas de escasos recursos o simplemente no tienen como defenderse de la aplicación sería de la Ley.

Pero ustedes recordarán aquella famosa fiesta en la mueblería O3, ahí tampoco actuó la PNC, más bien se sabe que los ayudaron a salir sin ningún problema, “porque se trataba de gente bien”, que hasta ahora siguen gozando de la impunidad del sistema.

Es interesante ver cómo funcionan las cosas en Guatemala, a quienes se robaron una pacayas para su propia alimentación de inmediato fueron capturados, pero aquellos que vendieron pruebas falsificadas en prejuicio de la salud de miles de guatemaltecos, han sido beneficiados con la impunidad que impera en el país.

Hay una denuncia penal por este caso, pero como en otros no solo no avanzan por la miopía de la Fiscal General, sino le da solvencia a Giammattei de decir que su Gobierno no ha recibido denuncias por corrupción, haciéndose toda clase de bestia, porque el mismo sabe que es el Gobierno que más ha robado a los guatemaltecos.