“Las élites políticas, militares y empresariales presionaron al gobierno para expulsar a la CICIG, por haberlas acusado de corrupción. Quienes contribuyeron con los mecanismos de justicia quedan ahora expuestos y son perseguidos” (Diego Luna: La advertencia)
Desde principios del mes de octubre se anunciaba la realización de una miniserie documental en formato de podcast denominado “La Advertencia”, que intenta contar la historia reciente de Guatemala en clave de la lucha contra la impunidad y la corrupción; un loable intento por documentar las voces y argumentos que se han intentado silenciar desde los actores de poder, de manera que aunque siga viva la memoria y también la esperanza de una Guatemala mejor.
La buena noticia es que esta serie documental no pudo haber llegado en mejor momento: justo cuando la serie esta disponible en su totalidad, las noticias desde la realidad de Guatemala siguen golpeando la sensibilidad de los ciudadanos guatemaltecos: en días pasados se supo, por ejemplo, la sospechosa “perdida” de 135 millones de quetzales de la dirección general de caminos, debido que supuestamente se falsificó la firma del director, Fredy Chojolan; de la misma forma, se supo de la audiencia de primera declaración de las activistas sociales y periodistas Petrona Siy y Anastacia Mejía, proceso que se produjo luego de 36 días en la cárcel, debido a que fueron acusadas del delito de sedición por parte alcalde municipal de Joyabaj, Quiché, Florencio Carrascosa Gámez: ambas fueron ligadas a proceso en un caso que para muchos activistas pro-derechos humanos significa una persecución política porque ambas periodistas se han dedicado a denunciar casos de corrupción local; en la misma línea, en días pasados, se había comentado ampliamente los procesos en contra del fiscal anticorrupción, Francisco Sandoval, y de la desestimación de los procesos en contra de varios sindicados de corrupción en el caso de la mega obra del Libramiento de Chimaltenango.
Recordar los avances que se lograron en la lucha contra la corrupción en el periodo 2015-2017 es importante ahora, que parecen multiplicarse las malas noticias y las decepciones. Es una forma de recuperar la esperanza de que algún día, encontremos la forma de solucionar los problemas que nos aquejan desde hace muchas décadas, aun cuando temporalmente, no encontramos el camino para hacerlo.
Paradójicamente, los intentos por acallar las voces y detener los procesos anticorrupción y disminuir la alta impunidad que prevalece en Guatemala solamente parecen haber provocado todo lo contrario: el que el reconocido actor mexicano Diego Luna sea la voz del documental ya es un primer indicio, pero el impacto que ha empezado a causar en otros países de Latinoamérica es otro indicio. La intención de los creadores de la serie es justamente esa: alentar la esperanza en otros países latinoamericanos, donde la corrupción también es un mal endémico. Recuperar la memoria y alentar la esperanza, dos objetivos que parece estar alcanzando la serie documental, especialmente porque se basa en una impresionante recopilación de material disperso que respaldan la historia. Como finaliza la serie “La advertencia”: “Vuelve a usarse el miedo como arma, pero Guatemala ya no es la misma…” (Podcast La Advertencia)
La reacción de las organizaciones sociales y los comunitarios locales en apoyo a Petrona Siy y Anastasia Mejía es un indicador de que, pese a que la criminalización es una estrategia que intenta enviar un mensaje de miedo para desestimar todo intento por combatir la corrupción y la impunidad, la sociedad no está dispuesta a olvidar. Por supuesto, el camino por delante no es fácil: la larga noche que ha pasado Guatemala es muy larga, y las malas noticias ahora se empiezan de nuevo a multiplicar. Pero la esperanza de que volveremos a encontrar la forma de construir un mejor país, sigue vigente: algún día, quizá no muy lejano, podremos ver con esperanza el futuro.
