LA ADVERTENCIA UN RETRATO DE ESTE PAÍS

Cada cierto tiempo los ganadores, es decir, las élites, los favorecidos, los héroes militares, como quiera usted llamarle, reescriben la historia. La editan, reeditan, le quitan muertos, le añaden optimismo, brillo de sol, una foto del Lago de Atitlán, los jardines de la avenida Las Américas, bellas tomas de los complejos habitacionales en las mejores zonas capitalinas, un paseo aéreo por biósfera maya y así, Guatemala es maquillada para ser presentada como la nación más feliz del mundo.

Borramos las historias de esclavitud indígena, violaciones a los derechos humanos, masacres de pueblos, asesinatos del narcotráfico, extorsiones, corrupción y el genocidio. Nos borran nuestra memoria histórica en los colegios, las escuelas, las universidades y nos convierten en cajas vacías de resonancia. Nos dicen que los que valemos somos los que nacimos en la capital y todo el resto del país es una suerte de mito o leyenda romántica de infancia que bien pudiera ser implantada por una empresa de tecnología.

La primera vez que supe de la revolución del 20 de octubre fue en 1995. Estaba en la Universidad ya. Me enseñaron esa fecha como una más en la larga lista de presidentes golpistas que nos hacían memorizar para el examen. Por esos días del final de 1995, la noticia era que los restos de Jacobo Arbenz Guzmán serían repatriados de El Salvador.

El día llegó y por toda la séptima avenida desde el aeropuerto o Fuerza Aérea, no recuerdo bien, desfilarían hasta llegar al parque central en la zona 1. Fue durante el gobierno de Ramiro De León Carpio que se hizo. Nunca hubiera pasado esto en el gobierno de Arzú o cualquier otro presidente vividor que le siguió o antecedió.

Cada año tratan de arruinar y borrar los grandes valores que dejó esa década entre 1944-1954. Primero se trata de obviar que ambos mandatarios fueron electos democráticamente. Se quiere hacer creer que fueron golpistas en contra del buen y noble dictador Jorge Ubico, como le dicen ahora. Fue una revolución contra todo y sin propuesta le dicen ahora; estos ignorantes.

La pugna de reconocer el Genocidio es otra. Las élites empresariales, militares y políticas han intentado quemar la palabra genocidio de los libros de historia. Prefieren términos románticos como: Desnutrición Crónica, Pobreza, Corrupción, Delincuencia y Narco-estado, antes de aceptar que hubo genocidio. Todo por el heroísmo, la soberanía y la lucha contra el comunismo, dicen.

Nos cambian la historia verdadera por una oficial, más para niños que ven caricaturas de Disneylandia. Es por ello que no debemos olvidar. Saber de dónde venimos para decidir hacia dónde vamos y sobre todo: NUNCA, NUNCA olvidar a las 200 mil víctimas entre ellas 100 mil indígenas.

De eso se trata La Advertencia un podcast creado por productoras mexicanas y narrado por el actor mexicano Diego Luna. Una historia cruda y brutal sobre un país maldecido por su gente poderosa, abusado por delincuentes, asesinos y poderosos sin escrúpulos desde épocas coloniales. Este espejo nos hará entender porqué aquellos guatemaltecos que lucharon por un mejor país fueron asesinados o tuvieron que huir.

En las plataformas de audio digital ya fueron publicados tres capítulos, faltan más. Desde la revolución de 1944, el juicio por genocidio, el despertar de aquel 2015, el desmantelamiento de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala hasta estos días en donde la corrupción no sabe donde esconderse o protegerse.

Si aún no lo ha escuchado lo invito a que lo haga para que no olvide jamás aquellos cuya mirada fue cubierta por el lodo y sus vidas borradas con pólvora.