GUATEMALA NO DEBE DEJAR MORIR LA ESPERANZA

Editorial

“Nunca nos arrepintamos de haber visto a los ojos al crimen” Juan Francisco Sandoval

La coyuntura nacional cada vez es más agobiante y desalentadora pues hay momentos que vemos como los que están involucrados en actos de corrupción se arropan con mayor frecuencia con la impunidad que le genera el sistema.

Ese desaliento se ve reflejado en la indiferencia de miles de guatemaltecos que no apoyan las manifestaciones y/o los llamados a paro, porque se acostumbraron a decir que aunque se proteste todo sigue igual y nada ha cambiado, pues han puesto atención a esas voces que buscan separar a la sociedad para luego decir que es un grupito nada más el que manifiesta y tacharlos de desestabilizadores.

Sin embargo, las cosas no son así, porque quienes hemos asistido a las manifestaciones y hemos apoyado los llamados a paro, sabemos que tarde o temprano, estos sinvergüenzas que nos gobiernan saldrán de esa trinchera en la que se encuentran, porque el pueblo ya no está dispuesto a soportar más corrupción en los gobiernos.

Los guatemaltecos desde el 2015, conscientes de la urgencia de cambios en el sistema, apostaron a un candidato que se pintó diferente al resto que buscaban el poder, pero al final terminó siendo lo peor que le ha ocurrido a este país, pues haber elegido como presidente a Jimmy Morales, fue el gran error que se cometió, porque no solo fue corrupto y ladrón, sino también un sinvergüenza que apoyó a quienes tenían que enfrentar a la justicia y se colocó del lado oscuro de la historia.

Pero ahora es diferente, el Gobierno de Giammattei apenas llegará a su segundo año, con el repudio y desprecio de miles de guatemaltecos, que ya no creen en sus patrañas. Ahora es un buen momento para empezar a realizar cambios importantes y no poner la esperanza en gente corrupta y sin escrúpulos que solo buscan aprovecharse de las mieles de poder, y dejar a su suerte a millones que buscan como sobrevivir.

Hacemos un llamado a los actores de la sociedad que tienen incidencia en lo público, para iniciar una transformación del sistema, dejando de lado todo compadrazgo para un verdadero cambio. A los diputados de oposición les pedimos empezar a realizar los cambios necesarios, propuestas en leyes como la Ley Electoral y de Partidos Políticos, Ley del Servicio Civil y otras que permitan de verdad un cambio para nuestro país.

Guatemala no debe dejar morir la esperanza de erradicar la corrupción y la impunidad, sino más bien luchar por un verdadero cambio, que se vele por el bien común, que se garantice la salud y la educación, que no se permita la muerte de más niños con desnutrición, no más desnutrición, no más hambre y pobreza para nuestros pueblos, a eso es lo que debemos apostar todos juntos.