El 13 de octubre se cumple un año en el que Guatemala no tiene magistrados del Organismo Judicial (OJ). Desde hace un año las autoridades designadas para integrar uno de los tres Organismos del Estado, se han hecho «toda clase de bestia» para no cumplir con su mandato.
Aunque se tenga magistrados en la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y Cortes de Apelaciones, estos ya no son idóneos para cumplir con sus funciones pues desde hace un año concluyó su magistratura.
Haciendo un recuento de lo sucedido en este proceso, se puede observar que ha sido tan desgastante porque no se cumplieron los procedimientos establecidos en Ley desde un principio por el Consejo de la Carrera Judicial (CCJ), que debió evaluar a todos los integrantes de la Carrera Judicial para que cuando se postularan tuvieran una calificación acorde a desempeño y poder entonces participar en las Comisiones de Postulación para estar por lo menos dentro del proceso de selección.
A esta falta de procedimiento vino un amparo interpuesto por la Fundación Myrna Mack, que le enmendó la plana, pero que tampoco vino a resolver el problema, pues todo se hizo a destiempo y desordenado, lo ideal habría sido que ante las denuncias penales por incumplimiento de funciones, los integrantes del CCJ hubieran sido procesados, aunque esto tampoco hubiera sido la solución, pero sentaba un precedente para que de verdad en Guatemala se cumpla con la Ley.
Después de este entuerto y las discusiones dentro del seno de las Comisiones de Postulación, finalmente se logró la integración de una nómina de candidatos, que de no ser por la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), hoy fueran los magistrados de las altas Cortes del país, generando más impunidad de la que esta magistratura ha dado.
La FECI descubrió ni más ni menos un proceso tradicional, ¿por qué tradicional? Porque siempre ha sido así. Un proceso amañado por el exsecretario Privado de la Presidencia, Gustavo Alejos Cambara, en contubernio con diputados, candidatos, nominados, magistrados, exrectores, jueces, para colocar en el OJ a quienes les podrían seguir dando impunidad.
Por lo que otra vez tuvo que intervenir la Corte de Constitucionalidad (CC) y ordenar al Congreso de la República, excluir de la nómina a todo aquel postulanteque se había reunido con Alejos Cambara, algo que no les cayó en gracia a los diputados, que hasta hoy mantienen entrampada la elección de las altas Cortes.
Sobre este proceso las Cámaras Empresariales del país no han dicho nada, manteniendo un silencio cómplice de la desobediencia para integrar el OJ. Sin embargo, no pudo faltar un magistrado de la CC, y otro enfermar de gravedad porque ahí sí buscan a toda costa ver como se integra la alta Corte y que entonces sí se elija uno de sus cuates para así seguir corrompiendo como hasta ahora lo han hecho.
No podemos seguir sin la integración de uno de los poderes del Estado, exigimos a los diputados al Congreso de la República, entrar a conocer la elección de magistrados de CSJ y Corte de Apelaciones lo más antes posible y darle a Guatemala la justicia que merece.
