¿Estamos ante un primer episodio?

Renzo Lautaro Rosal

El escándalo desatado en días recientes, por la compra anómala de pruebas Covid, parece ser solo un primer capítulo de una serie de negocios oscuros o al menos grises, fraguados en el contexto de la pandemia.

En un contexto de corrupción crónica, era de esperarse que ese y otros hechos sucesos lamentables nos coloquen nuevamente como muestras de perversión extrema, donde un hecho global dramático, la pandemia, abre las compuestas de la ambición extrema y sirve de aliciente para diversas estructuras de corrupción que están siempre a la espera que la danza imparable de millones les permita capitalizar más dinero sucio. 

Parece obvio que los miles de millones de Quetzales dispuestos en 2020, en teoría orientados para paliar la pandemia, dieran lugar a acciones como las recientemente anunciadas. Probablemente estamos solo ante el «primero» de los casos, manejados de forma oficial, pero que confirma los temores.

Las estructuras de corrupción a toda escala, siguen intactas e incluso se han potenciado a la luz de los enormes recursos públicos dispuestos en los últimos tiempos. No olvidemos que las dinámicas del sector salud forman parte de los nichos tradicionales de opacidad y tranzas por montón; no por gusto desde los sindicatos, los gremios, las redes de negociantes y un extenso número de sectores buscan tener múltiples relaciones con las instituciones públicas que conforman dicho sector.   

Las dudas sobre las compras de pruebas para la detección del Covid, no es nuevo. Al principio, se destapó la asignación a una sola empresa. Ahora sale a relucir una compra anómala donde además de los operadores implicados, se menciona al actual Viceministro de Deportes. Lo relevante, más allá del caso, es que posiblemente estamos ante la primera pieza de un dominó extenso. Es probable que al destapar esta caja negra se destapen otros negocios de mayor cuantía. Queda la duda si la denuncia, puesta en la mesa por la Ministra de Salud Pública responde a un acto independiente, o si bien, previo al anuncio, otros funcionarios del Ejecutivo, incluso el Presidente de la República, avalaron la denuncia para dejar a resguardo otro tipo de actos ilícitos.

Es impensable considerar que este vergonzoso acto es el único. Entonces, ¿estamos ante un hecho relevante pero quizás de carácter colateral? De momento, solo un funcionario aparece implicado; ¿hay otros? ¿incluso de mayor perfil? Seguramente el proceso investigativo deberá tomar en cuenta la dinámica de redes que determina el funcionamiento el fenómeno de la corrupción compleja. Pruebas, medicamentos, oxígeno, insumos médicos diversos, equipamiento, construcción de nuevas instalaciones, son los principales rubros que deberían someterse a profundo examen.

En otros países de América Latina, se han detectado escándalos similares en esos y otros rubros; evidenciando que la pandemia ha significado la profundización de una corrupción como problema endémico, que se aprovecha de las vicisitudes cuando los recursos públicos se colocan como supuesta bandera para beneficios colectivos, que muchas veces no llegan o asoman a cuenta gotas.