EL SISTEMA DE JUSTICIA BAJO ATAQUE

Editorial

“La independencia de los jueces para revisar casos y emitir fallos sin amenazas de represalias o influencias externas es fundamental para el Estado de Derecho”, Ned Price, portavoz del Departamento de Estado de los Estados Unidos.

El Departamento de Estado de los Estados Unidos emitió por medio de su portavoz, una clara advertencia al Ministerio de Público (MP) sobre la solicitud de antejuicio que presentó la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), contra la jueza de Mayor Riesgo D, Erika Aifán, señalando que “está acción contra un juez independiente reconocida internacionalmente debilita un pilar vital de la democracia y el sistema judicial de Guatemala”.

Sin embargo, pareciera que la Fiscal General, Consuelo Porras, está haciendo oídos sordos a tales advertencias, que le pasarán la factura tarde o temprano. Lo mismo hace el presidente Alejandro Giammattei al no reconocer y leer entre líneas lo que le ha dicho la vicepresidenta Kamala Harris, respecto al combate a la corrupción en especial a los actores de la corrupción en el país, que a los ojos de todo mundo son los propios funcionarios del Gobierno de Giammattei y él mismo.

Y es que las acciones contra la Jueza Aifán como ya se ha dicho es una vendetta de los actores involucrados en actos de corrupción que procuran impunidad en nuestro país y si a esto le sumamos los antecedentes veremos pronto como la maquinaria de esas estructuras criminales acabarán llevándola al exilio.

Esa maquinaria de corrupción e impunidad ya midió su fuerza sacando del país, primero a la exfiscal General, Thelma Aldana y al exjefe de Comisión Internacional Contra la Impunidad  en Guatemala (CICIG), Iván Velásquez, y con ello destruyeron el legado de lucha contra la corrupción e impunidad que en conjunto se había logrado.

Segundo, no permitieron que asumiera la Magistrada electa por el Consejo Superior Universitario (CSU), a la Corte de Constitucionalidad, Gloria Porras Escobar, afianzando de esa forma el mal actuar que tienen sobre las decisiones autónomas de la Universidad de San Carlos, que por cierto como también ya lo dijimos, no ha hecho valer su decisión como deben.

Tercero y más lamentable, la destitución del exjefe de la FECI, Juan Francisco Sandoval, tirando por la borda todo el trabajo que se hizo en la lucha contra la corrupción, pues vemos como cada día, los acusados por casos de corrupción e impunidad reciben beneficios de quienes deberían de seguir la persecución penal que se había iniciado. Y para muestra un botón, la FECI del MP de Consuelo Porras pidió anular la orden de captura y analiza el cierre de la persecución penal en contra de Julio Ligorría, exembajador de Guatemala en Washington, señalado de lavado de dinero y financiamiento electoral ilícito.

Por todo lo anterior es que decimos que nuestro sistema de justicia está bajo ataque y que lástima que los actores que deberían fortalecer el sistema son quienes más lo debilitan y hace de este una cueva de corruptos y sinvergüenzas que seguirá matando lentamente al pueblo de Guatemala.