EL PAÍS EN MANOS DEL CENTRO DE GOBIERNO

Editorial

La semana que recién termina puso al Centro de Gobierno en el ojo del huracán, no precisamente por el trabajo que realiza, sino más bien por lo poco que sirve para el país.

El director de dicha institución, Luis Miguel Martínez, presentó una denuncia en contra del medio de comunicación Plaza Pública por supuestamente indagar de «forma abusiva, desproporcionada e intimidatoria” sobre sus actividades y hacer consultas sobre la vida personal de sus padres.

Posteriormente el medio publicó una nota en la que hacía referencia la vinculación de Martínez y el presidente Alejandro Giammattei, algo que aparentemente no le gustó al titular del Centro de Gobierno.

Luego los medios Artículo 35 y Vox Populi publicaron una nota en la que exponían los perfiles de quienes se encontraban a cargo de este Centro. Pocos días después se dio la detención arbitraria del periodista Sonny Figueroa con sospechas de pruebas implantadas por parte de la Policía Nacional Civil.

Estos hechos ponen en evidencia la nula tolerancia que tanto Martínez como el propio Presidente, tienen sobre la prensa independiente. Pero más allá de esa intolerancia y el poco tino en las estrategias de comunicación que ha tenido este Gobierno en los ocho meses de gestión, está la creación del Centro de Gobierno.

De acuerdo con Giammattei el Centro de Gobierno es el encargado de gestionar las prioridades presidenciales en cada uno de los Ministerios, y de coordinar con estos que se cumplan “aquellos deseos del Presidente” y de hacer gestiones administrativas para que avancen proyectos a cargo de los Ministerios.

Esa coordinación de Ministerios cumple una doble función con la Vicepresidencia, pero que el vicepresidente Guillermo Castillo no se atreve a decir o contradecir al Presidente, “se sabe que existe un cisma dentro del Ejecutivo” precisamente por la discusión de las funciones del Centro de Gobierno.

Ante ese panorama nos encontramos entonces frente a un Centro de Gobierno todo poderoso y quien tiene a sus manos al país. Pero como dice Karin Slowing exsecretaria de Planificación y Programación de la Presidencia (SEGEPLAN) “El Centro de Gobierno es un peligro para la sociedad y la democracia”.

Agrega que es “un aparato que no existe en la ley del Ejecutivo, que viola la Constitución y donde gente sin cuentadancia controla el destino de recursos públicos y ahora usa el poder del Estado para agredir a los medios”.

El Centro de Gobierno entonces resulta siendo como los programas de Cohesión Social del Gobierno de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) dirigidos por Sandra Torres; o el programa Hambre Cero del Gobierno del Partido Patriota; o el proyecto del Libramiento de Chimaltenango en el Gobierno del Frente de Convergencia Nacional (FCN) de Jimmy Morales; donde lo único que abundó fue el despilfarro de los recursos públicos y la corrupción que es sin duda el denominador común de estos nefastos Gobiernos del pasado que se vuelven a repetir con el de Gimmattei.

Ante esta situación nos unimos al llamado al presidente Giammattei a que cierre el Centro de Gobierno, y que esos recursos utilizados para pagar a su personal sean invertidos en la población. No se oculta la verdad encarcelando a periodistas.