EL LLAMADO A LA GUATEMALA RELIGIOSA

Editorial

El presidente Alejandro Giammattei hizo el pasado jueves un llamado a defender a la familia de la ideología abortista y de la agenda globalista, por lo que buscará que el Congreso apruebe una Ley de Libertad de Religión, solicitando el apoyo de grupos de la Guatemala religiosa, que son nada más un montón de hipócritas al querer vender la fe.

Ese llamado a la Guatemala religiosa es nada más una fachada para que los grupos conservadores de mentes limitadas lo ayuden a salir del hoyo en donde solito se metió por incompetente e incapaz de poder manejar la crisis sanitaria que sabía se le iba venir encima.

Pero claro detrás de esto, está esa Ley de Libertad de Religión, que busca congraciarse con aquellos mercaderes de la fe, que sin una visión de lo que es el cristianismo roban a manos llenas a costa de la necesidad de Dios de muchos, y aquí no solo es de los evangélicos con su teoría de la prosperidad, hay también católicos que tiene esa teoría y en fin un sin número de religiones que lo único que hacen es mantener cautivos mentalmente a miles de guatemaltecos que han creído en sus mentiras.

Esa Ley lo que permitirá es que se pueda lavar el dinero con una eficacia y una libertad sin precedentes, con enormes flujos de dinero sin fiscalización alguna, que entonces haga que los guatemaltecos emprendedores busquen ideas únicamente para crear Iglesias como las de Cash Luna, Jorge H. López, Rony Madrid, Edmundo Madrid o Sergio Enríquez, mega iglesias de las que no se conocen de donde provienen los fondos para sus funcionamientos, y menos de quienes son sus donantes.

Lo que la Ley busca es garantizar impunidad a las leyes de los líderes y dirigentes de las iglesias, las cuales como dijo José Rubén Zamora, “las perfeccionarán como lavanderías de vanguardia”.

Además se sentará la base legal para grandes patrimonios inmobiliarios, aviones, helicópteros y vidas fastuosas, cuyo ejemplo más emblemático ha sido el Cash Luna, que ha sido mencionado por varias investigaciones periodísticas de recibir dinero producto del narcotráfico.

Pero Cash ha pasado su vida amasando una fortuna de aquellos que creen que la fe se puede comprar. El medio No-Ficción realizó el año pasado una serie de reportajes sobre los Narco Pastores, que han operado en Guatemala y que siguen metiendo dinero a las iglesias producto del comercio de las drogas, en los que se mencionan varios nombres que se han visto involucrados con la religión y el narcotráfico, como el Juan Ortiz “Chamalé” quien creó una red de iglesias en San Marcos financiadas con dinero mal habido.

Esto no se trata de apuntalar a la religión como algo del diablo, o que estemos en contra de la religión, al contrario porque somos fieles creyentes del cristianismo, pero jamás al fanatismo o a esa teoría de la prosperidad. Sino más bien se trata de que esa Guatemala religiosa no sea un instrumento útil para políticos sinvergüenzas como el propio presidente Alejandro Giammattei, que por su ineptitud y por su poca capacidad para administrar la cosa pública, el pueblo le pida la renuncia.

Guatemala no necesita legislar una Ley de Libertad de Religión pues nuestra Constitución en su Artículo 36 precisamente señala la Libertad de Religión: El ejercicio de todas las religiones es libre. Toda persona tiene derecho a practicar su religión o creencia, tanto en público como en privado, por medio de la enseñanza, el culto y la observancia sin más límites que el orden público y el respeto debido a la dignidad y la jerarquía y a los fieles de otros credos.