EL DESASTRE DE LA VACUNACIÓN CONTRA EL COVID-19

Editorial

El Ministerio de Salud inició con la vacunación contra el COVID-19, con las vacunas donadas por países amigos, que si no fuera por ellos no tendríamos ni por asomo la vacunación de 68 mil 852 personas de primera línea con la primera dosis, debido a la tardanza del mecanismo COVAX, que al principio nos lo pintaban como lo mejor para obtener las vacunas, siendo en realidad un verdadero desastre.

Con las pocas dosis que se tienen y un plan de vacunación que no se cumple, hay quienes se aprovechan de esa debilidad del ente rector para recibir una vacuna que podría servir para salvar la vida de una enfermera, doctor, bombero, comadrona que sí están en primera línea de personas en riesgo de contagiarse del coronavirus COVID-19.

Y es que es un descaro total que el alcalde de Villa Canales, Julio Marroquín, haya sido vacunado antes que el personal que si se encuentra en riesgo, eso no solo es un abuso de poder, sino es ser una persona sin empatía con quienes verdaderamente necesitan de esa dosis para continuar atendiendo a los guatemaltecos.

Pero el descaro más grande es que venga el presidente de la Asociación de Nacional de Alcaldes Municipales (ANAM), a quererse poner en primera fila, para solicitar que sean incluidos en la primera fase de vacunación, eso es no tener vergüenza, porque lo que menos hacen los alcaldes es atender a la población que se encuentra enfrentando la enfermedad.

Lo anterior no es nada comparado con que a voces se dice que Miguel Martínez y sus familiares ya fueron vacunados, que por supuesto las autoridades lo niegan, pero según el dicho popular “cuando el río suena es porque piedras lleva”, sería un verdadero desacierto para la Ministra de Salud, Amelia Flores que esta información se confirmara.

Guatemala empieza a vivir picos altos de contagios de COVID-19, en parte por la falta de responsabilidad de muchos y por otro la falta de control de las autoridades para detener la propagación del virus, desde que las medidas empezaron a ser más permisivas, la gente ha dejado de lado su seguridad y ahora se ven aglomeraciones por doquier.

También por quienes en la última semana asistieron a la playa sin tomar en cuenta ninguna de las recomendaciones para evitar contagiarse y propagar el virus, es cierto que ya estamos cansados de este proceso de medio confinamiento pero es mejor ser consiente y esperar un tiempo más, a perder la vida en el intento por divertirnos un momento.

Se acerca la Semana Santa, días que deben servir de descanso y reflexión y no para el bacanal. Protejamos a los nuestros en la medida que nosotros mismos nos protejamos, dejemos de lado el individualismo y pensemos colectivamente, no sigamos perdiendo vidas valiosas, sigamos con las medidas de bioseguridad, lavándonos las manos con agua y jabón, aplicando alcohol gel, y manteniendo el distanciamiento social, porque recuerde la vacuna no ha llegado para toda la población guatemalteca y el plan de vacunación es un desastre.