El CRIMEN ORGANIZADO SE SIGUE APODERANDO DE GUATEMALA

Editorial

El 17 de octubre de 2019 las autoridades mexicanas habían capturado a Ovidio Guzmán López de 28 años, hijo del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, en la ciudad de Culiacán, Sinaloa, lo que desencadenó un fuerte enfrentamiento entre las fuerzas de seguridad y miembros del cartel de Sinaloa.


Ese día los ciudadanos vivieron momentos de pánico y angustia, imágenes nunca antes vistas circulaban en las redes sociales mostrando a hombres fuertemente armados y poniendo entre la espada y la pared a las fuerzas de seguridad. Ese enfrentamiento logró la liberación de Ovidio Guzmán y mostró el poderío del crimen organizado específicamente del narcotráfico en México.


Imágenes similares se observaron el sábado 27 de marzo de 2021 en el municipio de Gualán, departamento de Zacapa, donde se registró un enfrentamiento armado que dejó como saldo tres personas fallecidas y tres más heridas. Se observaron hombres fuertemente armados, en escenas que pareciera no fueran de Guatemala sino México. En el lugar quedaron fusiles, tolvas y tres vehículos.


La primera hipótesis de las autoridades era que se trataba de un enfrentamiento entre narcotraficantes. Según la Policía Nacional Civil (PNC) el ataque iba dirigido a Salvador Orellana Orellana. La información recabada por la PNC apunta a que el vehículo en el que viajaba «Salvita» fue impactado por un camión y ese momento fue aprovechado por un grupo rival para dispararle.


Otra versión de los hechos refiere que agentes de la DEA perseguían a Orellana y al intentar huir provocaron el accidente con el camión y los guardaespaldas corrieron a atacar a los agentes, al parecer uno de los fallecidos en el lugar era familiar de Orellana.


Ana María Palmieri escribió en su cuenta de Twitter, donde publica un video en el que se observa a Orellana con un arma de grueso calibre hablando con los agentes de la PNC que acudieron al lugar. “Lo que más llama la atención, es que la PNC acudió porque el narco que era el objetivo de la DEA los llamó. Él llevaba una gran arma a la vista. Observen la familiaridad del trato”.


Lo que se describe es que poco a poco el crimen organizado se ha ido apoderando de Guatemala, y este es el resultado de la corrupción y la impunidad que impera en el país. Desde que Jimmy Morales y su ministro de Gobernación, Enrique Degenhart, dedicaron todos sus esfuerzos para que la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) saliera de Guatemala y dejaron de lado la misión de proteger a la ciudadanía, el crimen organizado aprovechó ese momento para ir apoderándose del país.


Hoy vemos que no solo los puntos fronterizos están erosionados por la presencia del narcotráfico, ahora lo vemos en todo el país, y es que el Ministerio Público reporta que hasta la fecha ha sido capturadas 14 personas con fines de extradición, sindicados por los delitos de narcotráfico, muchos de ellos detenidos en la capital.


Pero el panorama para Guatemala cada vez es peor pues no vemos hasta ahora una reacción del Gobierno del presidente Alejandro Giammattei, para frenar el avance del crimen en nuestra nación, porque al igual que su antecesor está dedicando sus esfuerzos en robar y lapidar los recursos de los guatemaltecos.


Y qué decir de un ministro de Gobernación como Gendri Reyes, que prefiere criminalizar las protestas ciudadanas y usar la fuerza contra los guatemaltecos, que crear un verdadero plan de seguridad y por lo menos comenzar a combatir el crimen.


Es momento de hacer algo, ustedes que nos gobiernan están llamados a darnos seguridad para que los ciudadanos no vivamos con miedo de que en cualquier momento nuestros municipios o comunidades se conviertan en un campo de batalla del crimen organizado, basta ya de robar, basta ya de no hacer nada.