EL CASO ODEBRECHT

Editorial

En Guatemala la alianza criminal involucrada en casos de corrupción busca vengarse de quienes procuraron la lucha contra la corrupción, específicamente de Thelma Aldana, Iván Velásquez y Juan Francisco Sandoval, pero ahora con el caso Odebrecht, que hasta el mismo presidente Alejandro Giammattei dijo espera lo que va a venir.

Las acusaciones que se hacen de un “acuerdo oscuro” solo está en la mente perversa de quien ha sido acusados de sobornos y lavado de dinero en el Ministerio de Comunicaciones, o ser parte de la cooperacha que hizo el sector privado para financiar ilícitamente al partido más corrupto y al presidente más asqueroso de la historia como han sido el Frente de Convergencia Nacional (FCN-Nación) y Jimmy Morales.

Hay que recordar que el Gobierno de Morales buscaba un “feliz acuerdo” a través del entonces ministro de Comunicaciones, José Luis Benito, a quien en octubre de 2020, la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) de Juan Francisco Sandoval, le incautó Q122 millones que tenía en una casa de la Antigua Guatemala. 

El Gobierno de Morales pretendía que con el “feliz acuerdo” la empresa Odebrecht continuara con la construcción de la carretera, sin embargo, para ese entonces el Ministerio Público (MP) de Thelma Aldana había logrado que los directivos de Odebrecht devolvieran los sobornos y compensaran al Estado de Guatemala por los daños. Esos acuerdos se suscribieron en Sao Paulo, Brasil en septiembre de 2017.

Los acuerdos establecían la cancelación de una multa de Q500 mil para cada uno de los directivos de Odebrecht por aceptar haber sobornado a las autoridades guatemaltecas, así como el pago al Estado de Guatemala de US$17.9 millones (mismo monto de sobornos) y devolver US$ 21 millones en materiales que no fueron utilizados por la Dirección General de Caminos (DGC); además se comprometieron a no realizar ningún reclamo al Estado y renunciar a cualquier acción legal en contra de Guatemala por la cancelación del contrato.

Sin embargo, estos acuerdos no se han concretado porque la Procuraduría General de la Nación (PGN) busca anular los convenios de colaborador eficaz que el MP firmó con los directivos de Odebrecht.

Esta situación no la cuentan los de la alianza criminal, que ahora han instruido a la tonta fácil de la Fiscal General, Consuelo Porras, que ahora ya no tiene nada que perder porque ha sido designada como corrupta por Estados Unidos, a que le de otro giro al caso e involucre a Thelma Aldana, Iván Velásquez y a Juan Francisco Sandoval.

A como de lugar quieren ver entre las rejas a quienes lucharon contra la corrupción, que hasta el propio presidente Alejandro Giammattei, aunque diga del diente al labio que no busca venganza, es claro que quieren vengarse de quienes los han puesto en evidencia.
Guatemala camina por los senderos más oscuros de su historia reciente, teniendo a autoridades corruptas e incapaces, que lo único que buscan es enriquecerse con impunidad, con el sacrificio de miles de guatemaltecos que buscan el mal llamado sueño americano, o de cientos de niños desnutridos que la corrupción le ha robado las oportunidades de alimentarse.

Aunque la justicia tarde en llegar, sabemos que algún día esa justicia prevalecerá y todos esos enemigos del pueblo que buscan venganza contra quienes nos dieron esperanza, a esos sí los veremos en la cárcel.