CONVIRTIERON A LA USAC EN UN NIDO DE LA CORRUPCIÓN

Editorial

La vergüenza por la que pasa la Universidad de San Carlos (USAC) es un fuerte golpe a la credibilidad que históricamente ha mantenido la única universidad estatal. Hoy vemos como con el pasar de los años y el poder que las Comisiones de Postulación le dieron a la academia, también se creó un mecanismo para hacer de la Universidad un nido de corrupción.

El pasado viernes la crisis de la USAC se profundizó al conocerse la noticia de que dos rectores de esa casa de estudios enfrentan acusaciones muy graves relacionadas a las redes de corrupción. El actual rector Murphy Olympo Paiz Recinos y el exrector Carlos Estuardo Gálvez Barrios, ambos con órdenes de captura vigente, son señalados por la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) de ser parte de redes de corrupción que intentan cooptar la justicia por medio de las Comisiones de Postulación.

Lo que no es solamente una vergüenza para la comunidad universitaria, sino también como dijo Luis Fernando Mack, “es un duro golpe a la credibilidad para una institución tricentenaria, la cual siempre había sido identificada con el anhelo progresista y democratizador de la sociedad guatemalteca”.

Pero lo insólito es que a sabiendas de que Gálvez tenía una orden de captura vigente desde horas de la mañana, miles de abogados emitían su voto a favor del exrector en el Colegio de Abogados y Notarios (CANG), para convertirlo en magistrado titular de la Corte de Constitucionalidad (CC), y con ello seguirse recetando impunidad.

Lo peor de esta historia es que ese gremio eligió también al actual magistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Nester Mauricio Vásquez Pimentel, para que en una segunda vuelta se decide entre él y Gálvez, para elegir quien será el próximo magistrado de la CC.

Los dos personajes no son idóneos para ocupar una silla en la alta Corte. Vásquez Pimentel, cuando fungió como presidente del Organismo Judicial (OJ) denunció penalmente a dos defensores de derechos humanos quienes habrían pedido el retiro de antejuicio contra 11 Magistrados de la CSJ, por haber eliminado la inmunidad de tres Magistrados de la CC y ha sido señalado de negociar votos a cambio de contratos, juzgue usted entonces la idoneidad de este par de candidatos que el gremio de los abogados busca sean Magistrados de la CC.

En Guatemala los sinvergüenzas y corruptos buscaron los espacios necesarios en la academia para alcanzar la cooptación de la justicia, colocando a quienes podrían generarles protección traducido en impunidad, esas piezas claves fueron los rectores que se vendieron al mejor postor, prostituyendo el nombre de una Universidad histórica.

Estamos frente a un escenario adverso para la justicia en Guatemala. Por un lado, el Congreso de la República retrasando la elección de Magistrados de la CSJ y de las Salas de Apelaciones, todo porque desde hace más de un año se pactó a quien escoger y piensan que a la ciudadanía se le ha olvidado, con las mañas a las que están acostumbrados en un día de estos los elegirán, así que pueblo no dejemos que esto pase.

En segundo lugar, la elección de los magistrados de la CC se encuentra en un pantano, en el Congreso tienen candidatos con claros conflictos de interés para favorecer en un futuro la inscripción de Zury Ríos. En el caso del CANG, dos abogados señalados carentes de idoneidad. En el Consejo Superior Universitario, candidatos que buscan recetarse impunidad, como es el caso de Omar Barrios. En la CSJ se corre el riesgo de que elijan de nuevo a Roberto Molina Barreto con conflicto de interés también con el partido donde participó como candidato a vicepresidente.

Y en el caso del Ejecutivo un oscuro proceso, encaminado a colocar a alguien sin independencia verdadera.

Guatemala se encuentra en esta encrucijada y la ciudadanía ya no puede seguir observando solamente, debemos exigir transparencia en estos procesos, para que después no nos quejemos cuando esa justicia cooptada nos esté pasando la factura.