COMPLICIDAD Y COMPLACENCIA

Renzo Lautaro Rosal

Al ejecutivo no le basta la protección incondicional que hace en favor de la empresa minera Solway Investment Group, en El Estor. Para sellar esa complicidad, establece un nuevo estado de sitio en el área orientado a generar más miedos, acallar las expresiones de cuestionamientos y garantizar que las operaciones extractivas continúen sin obstáculo alguno. Ahora que los pactos perversos se han aceitado de manera conveniente en el Congreso, logró los votos suficientes, como lo harán para una serie de acciones prediseñadas de los siguientes meses.

Al ritmo actual, el modelo autoritario seguirá imparable y terminará de consolidarse; irán por todo, o más bien lo poco que queda en pie. Desde esa dimensión, garantizar el respaldo mutuo con empresas que operan sin miramiento alguno y con total desprecio por las leyes, la institucionalidad, y en especial, por los ciudadanos, es parte de una ecuación que garantiza continuidad.

Los mensajes con claros: el modelo criminal sigue su paso; sin aparecen piedras en el zapato, se quitarán de tajo para no generar escenarios mayores que afecten el propósito central. Leyes e instituciones al servicio del muladar. El cometido final es lograr que la lógica siga teniendo capacidades para su reproducción, las elecciones son el momento para el cambio de manos en el traslado de la estafeta.

Aunque la esencia del modelo no es distinta al imperante desde hace décadas, si hay factores modificados. Se apuesta más por el empresario voraz, que van con todo, que contribuye a reproducir las expresiones antidemocráticas; por lo que se deja en segunda instancia e incluso es considerado opositor o acaso actor neutral aquel empresario que opera bajo otros preceptos (que los hay).  El mensaje es contundente: se respaldará a los grupos duros, los que estén dispuestos a ceder a este tipo de práctica extorsiva de grandes dimensiones. Con ello, el concepto de capital adquiere otra dimensión: la mezcla lícito-ilícito se diluye por el final de cuentas lo que importa es la generación de inmensas cantidades de recursos (producción ilimitada), por lo que los orígenes son intrascendentes.

El sometimiento de las sociedades ha sido un objetivo que ha traspasado momentos, ideologías, geografías. Imponer voluntades, abusar del poder, proteger a los aliados y despreciar a los considerados opuestos, son rasgos permanentes a lo largo de la historia de la humanidad. El asunto interesante radica que frente a objetivos se han creado contra-balances, normas que buscan limitar los excesos, controles a los tomadores de decisión, fortalecimiento del ejercicio ciudadano, el papel vigoroso de la prensa independiente y el protagonismo de los movimientos sociales. Estos factores están pasando sus peores momentos en la actualidad, se alejan o son distanciados del núcleo central, con lo cual el ejercicio de poder macabro se expande y apuesta por su continuidad.