COMO ESTAMOS AL FINALIZAR EL ESTADO DE CALAMIDAD

Nineth Montenegro

Terminó el estado de calamidad, pero ello no quiere decir que no vivamos en situación de calamidad. Al día de hoy viernes 2 de octubre hay 93,090 casos de persona afectadas por el virus, 3,267 muertes, 81,466 personas recuperadas y 8,357 casos activos.

El número de pruebas diarias según el director de COPREVID ha llegado a 4 mil y espera que podamos alcanzar las 5 mil, sin embargo, se ha detectado descenso en estas, especialmente de viernes a domingo. Por otro lado, siguen con pruebas de antígenos que según se explica no son tan certeras como las PCR. Aunque se debe reconocer el esfuerzo de las autoridades de salud de sacar unidades móviles a hacer las pruebas, hasta el momento es un buen ensayo que apenas llega a algunos lugares del país.

Las compras que se hicieron en este periodo en más de una ocasión, no cumplieron con mínimos requerimientos, en términos de precio, calidad y quienes fueron los oferentes. Hubo sobrevaloraciones y nunca se compró por volumen existiendo las mismas necesidades para todo el país.

Se crearon programas sociales, con los decretos 12-2020,13-2020,20-2020 lo cual fue muy positivo, pero no hubo capacidad de ejecución, tanto que aún el programa infraestructura en salud, agricultura campesina, fondo para pequeña medina empresa y reactivación económica tienen 0% de ejecución (datos obtenidos en  ww.minfin.gob.gt) y en varios casos, se trasladaron estos programas a personas que no lo requerían, esto ocurre por falta de una estructura programática que dé certeza de quienes son los beneficiarios.

La red hospitalaria en algún momento se vio desbordada y los galenos de los hospitales temporales, llevaron la peor parte dado que no se les pagaba su salario y varios murieron enfrentando esta pandemia.

Ahora ha terminado el estado de calamidad dejando, desempleo, cierre de varias pequeñas y medianas empresas. Lo que vino a salvar literalmente al país de una crisis económica más profunda, fueron las remesas familiares que al mes de septiembre dieron su  mayor aporte comparado con el año anterior, sin embargo, se evidenció en esta recesión aumento de la pobreza como lógica consecuencia de las medidas tomadas ante la pandemia, por lo que se entiende que la reapertura del país es una necesidad, no obstante, esta debe ser muy cuidadosa de guardar las medidas esenciales, especialmente en cines, bares y gimnasios.

Los protocolos de seguridad ahora deben ser rigurosos y tener personal que literalmente inspeccione que se cumplan. Por las redes envían imágenes en donde no parece que se estén tomando las medidas necesarias en el caso del transporte, por ejemplo, no se ve el distanciamiento social.

El relajamiento social es evidente en todo el país, ya vemos gente con la mascarilla de adorno al cuello y aunque se prohíbe el expendio de bebidas alcohólicas después de las 9 P.M. habría que ver este primer fin de semana, si esto se cumple.

El recuento de los daños y los errores se hace necesario para que todos veamos con mucha seriedad que el virus sigue ahí y que una segunda ola de la pandemia, no se puede descartar, tampoco afirmar. Pero lo que si podemos hacer ahora es cuidarnos a nosotros mismos y al prójimo para prevenir otro golpe más fuerte del que ya se vive.

Vimos como en Madrid, la gente frente a la apertura olvido mínimas consideraciones para sí mismo y sus vecinos y hoy las consecuencias son lamentables por el alza del número de afectados y el cierre urgente que se tuvo que dar. Y por supuesto que el abismo entre las economías de países europeos es tan grande que sabemos que ellos tienen la infraestructura en todos los sentidos para levantarse rápidamente.

Así que pese a lo divididos que históricamente hemos estado los guatemaltecos, ahora estamos solos y toca un poco de sentido común para protegernos y no permitir que se violenten las reglas mínimas de convivencia en medio de esta pandemia porque, de ello depende la salud física, emocional y económica de todo el país.