El (cada vez más) largo brazo de la ley
La preocupación por defender el Estado de Derecho, defender los Derechos Humanos y combatir la corrupción son, entre otras, las razones que explican cómo, a lo largo del tiempo, algunos países han ido extendiendo unilateralmente su jurisdicción para sancionar a quienes los cometen, respetando el principio de no intervención en los asuntos internos de otros estados. Este proceso ha superado ya la etapa en que las sanciones obedecían a decisiones adoptadas por un solo país; ahora, en cambio, van camino a ser la decisión colectiva de un grupo de ellos. En el caso de la Unión Europea, se trata de un conjunto que supera la veintena de países y que al día de hoy, cuenta con unos cuarenta regímenes de sanciones diferentes..
Emitido en Bruselas el 19 de octubre del año en curso por la Comisión Europea, un comunicado de prensa informa sobre el curso que actualmente sigue la propuesta titulada «Sanciones y derechos humanos: hacia un marco europeo para combatir las violaciones y abusos contra los derechos humanos en todo el mundo.» Esta propuesta expresa el interés de la UE en alcanzar objetivos que en el mundo actual le son de mucha importancia, tales como el mantenimiento de la paz, el refuerzo de la seguridad internacional y la consolidación y el apoyo a la democracia, el Derecho internacional y los derechos humanos y con tal motivo sus medidas están dirigidas hacia «aquellos cuyas acciones ponen en peligro estos valores, con el fin de reducir en la medida de lo posible las consecuencias negativas para la población civil.» También reflejan –dice— «el compromiso de la UE de apoyar en todo el mundo la democracia, el Estado de Derecho, los derechos humanos y los principios del Derecho internacional.». Dentro del ámbito europeo, explica que estas medidas: «Responden al acuerdo político alcanzado por los ministros de Asuntos Exteriores de la UE en el Consejo de Asuntos Exteriores de diciembre de 2019 para avanzar en la creación de dicho régimen.»
El régimen mundial de sanciones de la UE en materia de derechos humanos nació de una propuesta formulada por el alto representante Borrell y la Comisión en el Plan de Acción para los Derechos Humanos y la Democracia 2020-2024 como parte de la Comunicación conjunta adoptada en marzo de 2020. Actualmente la Comisión Europea y el alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad ya han presentado una propuesta conjunta de Reglamento del Consejo relativo a la aplicación de medidas restrictivas (sanciones) en caso de violaciones y abusos graves de los derechos humanos en todo el mundo. Una vez que sea adoptada por el Consejo, establecerá el régimen mundial de sanciones de la UE en materia de derechos humanos. Seguidamente los Estados miembros debatirán en el Consejo la propuesta de Reglamento del Consejo en paralelo a la propuesta de Decisión del Consejo presentada por el alto representante. La propuesta conjunta también confiaría a la Comisión, por primera vez, la supervisión de la aplicación de las prohibiciones de viaje.
La finalidad del Reglamento del Consejo no es otra más que detallar las medidas del régimen de sanciones establecido por la Decisión del Consejo que puedan afectar al funcionamiento del mercado interior de la UE. Es directamente vinculante para las autoridades administrativas nacionales, así como para los agentes privados, mientras que la Decisión del Consejo es jurídicamente vinculante para los Estados miembros de la UE.
¿Cómo puede afectar este régimen de sanciones a los guatemaltecos? Dice claramente el comunicado que: «este nuevo régimen ofrecerá a la UE mayor flexibilidad para perseguir a los responsables de violaciones y abusos graves de los derechos humanos en todo el mundo, independientemente de dónde se produzcan o en quién recaiga la responsabilidad.» También hace notar que: «Se prevé que el régimen mundial de sanciones de la UE en materia de derechos humanos consista en medidas como la inmovilización de bienes y la prohibición de viajar.» Deduzco que ya habrá muchos que preferirán gastar un poco más y viajar a El Petén y otros tendrán que poner a buen resguardo sus caletas e inversiones colocadas en el Viejo Continente. ¡No les quedará más!
