AUTÓCRATAS EN ASCENSO, DEMÓCRATAS EN CAÍDA LIBRE

Renzo Lautaro Rosal

Lo visto en El Salvador el pasado sábado 1o. de mayo, confirma la tendencia autoritaria predominante en Centroamérica y en América Latina. Los gobernantes, en ascenso, van creando condiciones para buscar el dominio pleno del escenario político. Ese propósito es pragmático y no necesariamente es nocivo. Lo complejo y cuestionado es cuando predomina la lógica de toma todo.

Bukele y su partido Nuevas Ideas entiende haber ganado las elecciones Legislativas de febrero reciente, como la oportunidad para ir con todo a manera de cheque en blanco, firmado por los electores. No se trata de simples arrebatos de poder, sino la construcción de un proceso autocrático, diseñado con cierto detalle. De allí que tan solo unos minutos después de haber tomado posesión la nueva Legislatura, toman dos decisiones de gran calado: destituir a los Magistrados que integran la Sala Constitucional y al Fiscal General.  Ambos hechos llevan consigo varios mensajes: se pone en marcha el botón de la eficiencia (signo que Bukele crear como su sello), se lanza mensaje a los ciudadanos sobre la toma de decisiones rápidas y contundentes; pero lo más peligroso, se toma venganza de dos instancias que fueron piedras en el zapato y que impidieron decisiones autoritarias meses atrás.

Poco parece importante al presidente salvadoreño que diversas instancias, desde el gobierno de Estados Unidos, organismos internacionales y otros actores cuestionen los últimos hechos. Y esto se da porque los propósitos de fondo aún están en proceso de cocimiento, incluyendo posible reformas constitucionales, con lo cual se seguiría el modelo generado en otras naciones del continente: cuando tengamos suficientes piezas en el tablero, busquemos reformas que permitan la instalación a mediano-largo plazo con el falso argumento que solo así se pueden implementar los cambios deseables.

Los procesos a medias, denominadas transiciones democráticas, evidencian lo frágiles que son las democracias electorales en Centroamérica (de Guatemala a Nicaragua). Los cambios derivados del cese de los conflictos armados, el armado constitucional y los gobiernos civiles, fueron piezas dispersas, que no lograron completar el rompecabezas que se necesitaba. Esos vacíos son llenados ahora por otros factores que nada tienen que ver con la construcción democrática: repunte de los autoritarismos, predominio de estructuras criminales, profunda desinstitucionalización, cese de espacios de participación, bloqueo y amenazas a los medios de comunicación, como factores dominantes y peligrosamente en aumento.

La tendencia que se ha instalado en El Salvador no es una anomalía, representa un fenómeno creciente que no se traducirá, por mucho que se quiera decir lo contrario, en beneficios colectivos y menos aún, para responder a la rémora de pendientes.